IGLESIA Y FAMILIAS SANAS !
Por: Ma. Mercedes de Martínez (Licenciada)
y
Carlos H. Martínez R. (Psicólogo)
Adecuado sentido de ascetismo (2)
por la presencia de represiones y atrofias emocionales a partir del ejercicio de la autoridad (poder) de los padres o adultos cercanos.
Esto no descalifica de ninguna manera la intervención de los padres en las pautas de crianza, disciplina y creación de hábitos. Pone en evidencia la necesidad de capacitarse para comprender adecuadamente la estructura emocional de los hijos y desarrollar la forma más eficiente y constructiva posible de ayudarlos a alcanzar la madurez psicológica.
En los procesos formativos vocacionales también puede ocurrir la misma situación, en la medida en que, conforme a los hallazgos de Baars/Terruwe, se presente la tendencia a reprimir/atrofiar la expresión de ciertas aspectos emocionales.
En este sentido, la interacción autoridad/obediencia podría ser fuente de riesgo si no se inserta dentro del contexto pedagógico adecuado, si no se comprende la estructura emocional con sus implicaciones, si no se favorece la madurez psicológica plena de las personas (seminaristas, sacerdotes, personas consagradas),
si se establece una relación exclusivamente vertical, si la interacción se contamina con actitudes e intervenciones impersonales propias del ámbito gerencial/organizacional.
Baars y Terruwe hablan en general de unas emociones presentes en los ambientes vocacionales y familiares que necesitan ser orientadas por la razón para alcanzar una disciplina interior que permita el crecimiento personal.
Algunas de estas emociones son el temor, enojo, desesperación, así como algunas que consideramos tradicionalmente muy positivas como