IGLESIA Y FAMILIAS SANAS !
Por: Ma. Mercedes de Martínez (Licenciada)
y
Carlos H. Martínez R. (Psicólogo)
Frustración y autoestima (1)
Baars y Terruwe mencionaron que una frustración profunda ocurre cuando no existe un adecuado proceso de autoestima o se presenta de manera inadecuada.
Describieron cómo la fuente del sentimiento de autoestima se basa en otra persona, quien a través de su comportamiento transmite o retiene ese componente altamente significante de autoestima.
Explicaron que este proceso de autoestima mediante la referencia con otra persona (denominada "el otro significante") es un bonum fundamentale, un bien fundamental para cada ser humano.
A través de este proceso la persona se ha visto y experimentado como buena y percibe el gusto o placer de la aprobación y el amor de la otra persona.
Esta sentida experiencia emocional de ser bueno y amable le da el sentido interior de la bondad y la valoración, junto con un profundo sentimiento de tranquilidad personal, y es la condición sine qua non para su futuro autoaprecio y autoestima.
Durante los primeros años de la infancia debe darse este proceso de forma natural, fluyendo en un cálido intercambio familiar.
Este es el prerrequisito fundamental para que el niño que vive aislado y encerrado en sí mismo se abra y crezca en el sentido de lo que se supone debe llegar a ser, es decir, únicamente él mismo.
Lo que abre al niño al “otro significante” es el hecho de que lo experimenta como bueno y que el niño puede manifestarse como él es naturalmente, en el agradable crecimiento del amor y afecto del otro, quien lo acepta, lo acompaña y le confirma su valor como persona.