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IGLESIA Y FAMILIAS SANAS !

Por:  Ma. Mercedes de Martínez (Licenciada)

y

Carlos H. Martínez R. (Psicólogo) 

No afirmación y aridez

Por lo tanto, la no afirmación significa que una persona no se percibe en los términos descritos y vive en una situación de carencia o privación emocional y permanece afectada por heridas, vacíos y factores de vulnerabilidad.

 

No puede ser fuente de sano amor incondicional, ni de apoyo emocional para otros, pues no los ha recibido.

Baars y Terruwe aclaran que no todas las personas presentan situaciones de crisis o abandono vocacional (incluyendo a sacerdotes y laicos) debido a la ausencia de afirmación.

 

Encontraron que  esto también puede deberse a una represión emocional (entre otras causas).

Observaron que muchos pacientes de su investigación eran personas funcionales en sus hogares y trabajos, aunque no eran felices en lo que estaban haciendo.

 

Esta característica tiene una implicación especial para esposos y sacerdotes, llamados a transmitir el gozo del amor de Cristo y ser fuente de afirmación para otros en el amor y la esperanza.

Nota: Aunque hacemos referencia a estudios correspondientes a un periodo específico de finales del siglo pasado, los hallazgos y conclusiones que se obtuvieron en ese momento siguen siendo importantes y muy pertinentes para la vida de la Iglesia y para muchas familias que actualmente viven situaciones de conflicto, ruptura o frustración.

Por ejemplo, vemos cómo actualmente se constata una de las conclusiones planteadas en la investigación Baars/Terruwe: La vida emocional distorsionada y retrasada es directamente responsable de la aridez e indiferencia espiritual de muchas personas (incluyendo sacerdotes y laicos).

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