El Papa ha enfatizado que las reglas económicas sustituyen a las morales y dictan leyes e imponen sus propios sistemas de referencia en detrimento de los valores de la vida.

 

Con estas palabras vemos que el Papa se está refiriendo no solamente a una colonización ideológica, sino a la imposición arbitraria de modelos de vida opuestos a la dignidad del ser humano.

 

Además, hace referencia a una campaña agresiva  y continuada de destrucción de los valores pro vida.

 

Denuncia el Papa que se ha establecido una dictadura del dinero que valora al hombre en función de su capacidad productiva.

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Es una presión fuerte que ha permeado progresivamente las instancias gubernamentales, jurídicas, políticas, sociales.

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La institución familiar se ha visto atacada y amenazada por esta agresiva imposición ideológica y en muchos hogares se aceptan los conceptos, valores y postulados derivados de esta arbitraria y degradante imposición. 

Muchos jóvenes estructuran proyectos de vida basados en falsos postulados y convierten en puntos de referencia "naturales" estas propuestas que son simplemente opciones, pero que están siendo convertidas astutamente en estilos de vida "deseables" que en realidad son depredadores de la estabilidad familiar y vocacional.

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Esto ejerce una presión significativa que desencadena dolorosos procesos de crisis y ruptura, y ha conducido en ciertos casos a la presencia de verdaderos anti-testimonios de vida dentro de la Iglesia y de las familias.

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Es necesario retomar una intensa evangelización basada en el testimonio del amor para que brille la luz de la verdad sobre esta espesa tiniebla del mundo.