IGLESIA Y FAMILIAS SANAS !
Por: Ma. Mercedes de Martínez (Licenciada)
y
Carlos H. Martínez R. (Psicólogo)
5. Avance científico sin contexto humanista
5. El acelerado progreso científico sin el correspondiente acompañamiento filosófico y religioso.
Baars y Terruwe consideraban que este avance científico despojado del marco integral humanista hace que el hombre se centre en sí mismo para protegerse de peligros, enfermedades y de la muerte; por lo tanto, se estaría hablando de una sociedad en la que Dios no existe o no es relevante.
Actualmente vemos cómo se ha desarrollado vertiginosamente la ciencia: Hallazgos, descubrimientos, inventos, desarrollos tecnológicos están a la orden del día.
Lamentablemente, al mismo tiempo que se busca aliviar sufrimientos y satisfacer necesidades mediante el recurso científico, también se desbordan los límites del respeto a la dignidad humana y a la vida.
La inteligencia humana se constituye en un nuevo dios y se exalta la capacidad de enfrentar y resolver retos. Como el género humano se ha vuelto el centro del saber, el poder y el hacer, no hay cabida para Dios.
Esta es una forma de pensar que influye en muchos jóvenes y adultos: Lo concreto, lo comprobable, es el principal punto de apoyo para muchas personas en el mundo moderno.
De aquí se desprenden implicaciones en el área psicológica, porque las emociones y en general el comportamiento, se ven afectados en cuanto se reducen a una convivencia condicionada por criterios utilitaristas y por una visión ambientalista ecológica que sustituye la realidad de Dios, la religión y la Iglesia.
Incluso hemos observado infiltración de estos conceptos en algunas instancias religiosas, llegando a sincretismos burdos que se enseñan como doctrina católica.