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IGLESIA Y FAMILIAS SANAS !

Por:  Ma. Mercedes de Martínez (Licenciada)

y

Carlos H. Martínez R. (Psicólogo) 

6. Racionalismo, autoritarismo, antropocentrismo (4)

El Papa aseguró que la vocación es un tesoro que se guarda en vasos de barro y por eso debe cuidarse como algo muy precioso.

 

Es decir, no hay que escatimar esfuerzo alguno por mejorar y mantener los cambios que cada persona consagrada (y también cada esposo, padre, madre) debe hacer.

 

Es necesario evitar caer en una actitud de profesionalización del ministerio, por la cual el ministro o persona consagrada se convierte más en un administrador de recursos que en un líder o pastor y maneja las situaciones más con criterio gerencial que pastoral.

 

Esto puede ocurrir también en las familias porque los padres podrían reducir su vocación/misión a ser proveedores o administradores de recursos, dejando por fuera aspectos vitales de la convivencia familiar.

 

Es cierto que los bienes requieren un manejo administrativo eficiente y pulcro, mas no debe extenderse este clase de intervención al manejo de aspectos particularmente delicados e importantes relacionados con la misión vocacional, ministerial y pastoral del sacerdote, persona consagrada o padre de familia.

Muchos laicos se sienten distantes de sus parroquias y pastores.

 

Muchos hijos se sienten a la deriva o desconectados de sus padres debido a la ausencia de espacios y actitudes para compartir y crecer juntos.

 

Por supuesto, esta situación debe ser corregida con diligencia, auto crítica constructiva y amor maduro en la fe.

El orgullo podría ser uno de los motores de una actitud distante hacia la comunidad o familia y debe ser claramente identificado, junto con otros rasgos personales inadecuados.

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