IGLESIA Y FAMILIAS SANAS !
Por: Ma. Mercedes de Martínez (Licenciada)
y
Carlos H. Martínez R. (Psicólogo)
1. Escolarización temprana y creciente conocimiento
Otro aspecto que puede considerarse un factor de riesgo si no se maneja adecuadamente, es que el niño puede desarrollar de manera exagerada un concepto de sí mismo basado más en en una actitud "autosuficiente" (la cual estimula más la satisfacción de sus caprichos que la adquisición de una sana autodeterminación), distorsionando el sentido de aprecio, valoración y amor propio que cada persona debe poseer.
Los factores de riesgo mencionados por Baars y Terruwe en el ambiente social son los siguientes:
1. La práctica bastante extendida de favorecer una escolarización más prolongada iniciada a una edad temprana y enriquecida con un creciente conocimiento práctico.
Al respecto podemos comentar que actualmente está muy extendida la práctica de una escolarización temprana y es importante tener en cuenta varios aspectos, entre los cuales mencionamos los siguientes: evitar caer en la sobreescolarización; minimizar o eliminar factores de riesgo en el ambiente escolar que pueden generar ansiedad, tensión, miedo; tener consciencia de la importancia de atender adecuadamente las necesidades afectivas del niño; evitar situaciones de deprivación afectiva.
Hay casos en los cuales el niño permanece más tiempo en contacto con las personas del ambiente escolar que de su propio hogar.
También existen casos en los cuales los padres expresan permanentemente el afecto, aunque a veces de manera no muy formativa.
Es posible que en algunas situaciones el niño pueda verse afectado silenciosamente debido a la ausencia del sano afecto maternal y paternal, o que, por el contrario, se vea afectado por una excesiva atención o protección que podría alterar o retardar su desarrollo psicológico.
Esto plantea la necesidad en los padres de capacitarse adecuadamente acerca de los hábitos de crianza (y particularmente desde la perspectiva católica de la familia y la educación).