Baars y Terruwe observaron en los casos de varios ex - sacerdotes que optaron por el matrimonio, que algunos buscaron mujeres mucho mayores, sugiriendo la posibilidad de resolver su necesidad de afirmación a través de estas personas significantes, mientras que otros buscaron mujeres mucho más jóvenes, sugiriendo la posibilidad de que  prefirieran a una mujer menor con  la cual podrían relacionarse de una manera más confortable en el mismo nivel de inmadurez emocional.

 

Las observaciones clínicas de Baars y Terruwe durante muchos años de experiencia profesional los llevaron a plantear la existencia de personas (incluyendo cierto número de sacerdotes) dotadas de una sensibilidad superior, una inteligencia también de orden superior, y, simultáneamente, poseedoras de una vida emocional distorsionada o insuficientemente desarrollada, con un grado diferencial de falta de afirmación.

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Plantearon que, mientras un sacerdote no afirmado (y lo mismo puede decirse de la vida de un laico,

un esposo, un profesional) dependa de las