LAICOS Y GRUPOS CATÓLICOS (2)
Por: Ma. Mercedes Beltrán (Licenciada)
y
Carlos H. Martínez R. (Psicólogo)
La espiritualidad seglar
El numeral cuatro del Decreto establece claramente: " la fecundidad del apostolado seglar depende de su unión vital con Cristo, porque dice el Señor: "El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer" (Jn. 15,4-5). "
La fecundidad se refiere al resultado exitoso, efectivo, consistente, duradero, observable en las personas que realizan el apostolado y en quienes se benefician de esta noble labor.
Permanecer en Jesús supone el desarrollo de un estilo de vida en constante formación y crecimiento.
Prudencia y paciencia son cualidades recomendadas en el decreto para perfeccionar el orden de las cosas temporales con el espíritu cristiano y mantenernos unidos a Dios.
"La espiritualidad de los laicos debe tomar su nota característica del estado de matrimonio y de familia, de soltería o de viudez, de la condición de enfermedad, de la actividad profesional y social. No descuiden, pues, el cultivo asiduo de las cualidades y dotes convenientes para ello que se les han dado y el uso de los propios dones recibidos del Espíritu Santo".
Una persona que desee formar parte de una asociación o de un grupo católico, ha de recordar la necesidad de transformar progresivamente su ambiente matrimonial o familiar, pues de ese crecimiento particular se nutre el crecimiento como miembro de una colectividad.
LA ACCIÓN CARITATIVA COMO DISTINTIVO
El mandamiento del amor, que implica la realización de una vida fundada en el ejercicio de la misericordia, pone un punto alto en el actuar de los laicos. El Decreto advierte sobre la claridad que se debe tener en el momento de prestar una ayuda, un servicio o una tarea :
"Para que este ejercicio de la caridad sea verdaderamente extraordinario y aparezca como tal, es necesario que se vea en el prójimo la imagen de Dios según la cual ha sido creado, y a Cristo Señor a quien en realidad se ofrece lo que se da al necesitado; se considere como la máxima delicadeza la libertad y dignidad de la persona que recibe el auxilio; que no se manche la pureza de intención con ningún interés de la propia utilidad o por el deseo de dominar".
Existen varios campos de apostolado en los cuales es posible contribuir de manera efectiva mediante el ejercicio de la caridad.