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LAICOS Y GRUPOS CATÓLICOS (6)

Por:  Ma. Mercedes Beltrán (Licenciada)

y

Carlos H. Martínez R. (Psicólogo) 

ORDEN  Y FORMACIÓN 

"2. Ante todo, el seglar ha de aprender a cumplir la misión de Cristo y de la Iglesia, viviendo de la fe en el misterio divino de la creación y de la redención movido por el Espíritu Santo, que vivifica al Pueblo de Dios, que impulsa a todos los hombres a amar a Dios Padre, al mundo y a los hombres por Él. Esta formación debe considerarse como fundamento y condición de todo apostolado fructuoso."

Es la refrendación de la condición básica de estar unidos estrechamente a Jesús, pues Él es la vid y nosotros los sarmientos.

Este punto es de particular importancia para los laicos, pues constituye una herramienta fundamental para el cumplimiento de cada objetivo apostólico.

Recordemos que Dios tiene un plan para todos y cada uno de nosotros y ese plan no está por fuera del contexto de la Iglesia ni de nuestra condición de católicos.

Ese plan tiene que ver con nuestra situación actual, incluyendo las situaciones difíciles. Solo Dios, ya sabemos, puede obtener bien de las situaciones complejas o negativas.

El apoyo fundamental, el cimiento de toda acción apostólica es Dios, quien concede luces, orientaciones y enseñanzas mediante la acción dinámica de la Iglesia.

No deben desarrollarse apegos o dependencias con las personas, lugares o cosas, porque se desvía la atención hacia instancias y personas de orden temporal diferentes a la fuente original que es el mismo Dios.

Cada persona imprime su estilo de trabajo, servicio y aporte según su manera de ser, su experiencia e historia, y esto es permitido y deseado como parte del crecimiento en comunidad, teniendo presente que somos todos imperfectos y estamos en tránsito de esta vida a la eternidad.

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