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LAICOS Y GRUPOS CATÓLICOS (8)

Por:  Ma. Mercedes Beltrán (Licenciada)

y

Carlos H. Martínez R. (Psicólogo) 

ORDEN  Y FORMACIÓN 

"8. Además de la formación espiritual, se requiere una sólida instrucción doctrinal, incluso teológica, ético-social, filosófica, según la diversidad de edad, de condición y de ingenio. No se olvide tampoco la importancia de la cultura general, juntamente con la formación práctica y técnica."

Este punto es fundamental para muchas personas y grupos católicos. Se explica claramente que no es suficiente la formación espiritual, incluyendo lo que denominamos el encuentro personal con Jesucristo y las abundantes manifestaciones del Espíritu Santo en la Iglesia.

Es necesario ubicar esas bellas experiencias dentro del conjunto del tesoro doctrinal de la Iglesia, así como de la sana teología, es decir, aquella que está en consonancia con la Tradición y Magisterio de la Iglesia. 

El católico bien formado puede dar razón de su fe en todo tiempo y circunstancia. La formación sólida requiere tiempo, actitud, disciplina, discernimiento.

Es necesario crecer integralmente para que las asociaciones y grupos católicos cumplan sus objetivos y presten un verdadero servicio a la Iglesia.

"9. Para cultivar las relaciones humanas es necesario que se acrecienten los valores verdaderamente humanos; sobre todo, el arte de la convivencia fraterna, de la cooperación y del diálogo."

Hay una serie de habilidades de índole psicológica que contribuyen a la adecuada interacción en los grupos y a través de los grupos. Tienen que ver con una adecuada actitud para comunicarse, colaborar, compartir, y liderar procesos y actividades.

 

Estas actitudes vienen enmarcadas dentro de las características de la manera de ser de cada persona y deben ser cultivadas cuidadosamente para que exista un desarrollo homogéneo de los procesos formativos en los grupos. 

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